En nuestras residencias acogemos y acompañamos a mujeres, muchas de ellas inmigrantes, que trabajan o buscan un trabajo, que quieren mejorar su condición de vida, y a jóvenes que estudian y/o se preparan para la inserción en el mundo laboral. Todas ellas están fuera de sus lugares habituales de residencia, lejos de sus familias. Queremos que nuestras Residencias sean para ellas un hogar donde encuentren acogida, apoyo y ayuda en sus necesidades. Otra de nuestras tareas es acercarlas a Dios, que se encuentren con El y le descubran en el centro de sus vidas.
Los colegios constituyen otra de las obras apostólicas propias de nuestra Congregación desde sus orígenes, colaborando con las familias trabajadoras en la educación de sus hijos/as, para que éstos puedan adquirir una sólida formación cristiana. En nuestros colegios tendemos al acercamiento de los niños y jóvenes a Dios, de manera que El pueda ir orientando y guiando sus vidas, poniendo especial cuidado en la pastoral familiar, en el fomento de familias cristianas, que vivan y caminen unidas en el amor.
En la línea de nuestro carisma tenemos una serie de comunidades pequeñas que tratan de encarnarse en la realidad social del lugar en que viven, buscando realizar su apostolado entre la gente obrera y la población inmigrante. En estas comunidades realizamos una promoción socio-laboral a través de la cual pretendemos apoyar y promocionar de forma integral al sector obrero más desfavorecido: mujeres, inmigrantes, parados… Se trata de una vida sencilla, acogedora, abierta a las necesidades de aquellos que están cerca de nosotras, procurando transparentar lo evangélico de la vida comunitaria
La Congregación favorece también la vocación de aquellas hermanas que se sienten llamadas a ejercer el apostolado en favor de la clase obrera en regiones estrictamente misionales. Siguiendo el ejemplo de la Madre Juana María optamos en todo momento por la promoción de la mujer y la búsqueda de condiciones de vida más dignas, apoyando aquellos proyectos e iniciativas laborales que puedan surgir, colaborando en la liberación de los pobres y oprimidos. Así mismo queremos ser para ellos signo de la presencia del Reino de Dios entre nosotros, evangelizando en todo momento con nuestra vida y el anuncio de la Buena Noticia.
Como miembros de la Iglesia también desarrollamos nuestro apostolado, según las posibilidades de cada comunidad, colaborando en la pastoral de las Parroquias de las que formamos parte. Así participamos en catequesis, grupos de oración, animación litúrgica, fomento de la devoción mariana, formación bíblica, cáritas, pastoral de enfermos y ancianos…